Acompañar en la vuelta (o inicio) a la escuela infantil.
Estos días muchos pequeños y pequeñas vuelven o se inician en escuelas infantiles o entornos educativos diferentes y aunque haya una serie de factores como el entorno en sí, el momento evolutivo y el grado de bienestar emocional concreto, creo vital aportar unas bases que nos sirvan a todos y todas como guía.
Observa si tienes estos sistemas ya en marcha en tu día a día, pero puedes escribirme si te surgen dudas sobre alguno de ellos o crees que en tu caso en concreto “eso es imposible”.
Allá vamos, mis 5 pilares para una vuelta a la escuela acompañada desde la sensibilidad ;
Crea una rutina que os facilite el día; automatizando todo lo que podáis, que no tengáis que tomar decisiones en el momento: la ropa, la comida, el trayecto al cole, habladlo conjuntamente si está en ese momento evolutivo. Calcula suficiente margen de tiempo como para gestionar grandes emociones desde la calma. E incluye actividades dentro de la rutina donde se le permita practicar la autonomía; como prepararse el desayuno, una tarea adaptable para todo tipo de capacidades donde cada vez vayan adquiriendo más responsabilidad.
Explica, de forma simple y apropiada a la capacidad comprensiva de tu pequeño, cada uno de los pasos que van a ir ocurriendo después. Para esto, utiliza la forma de comunicación que más os facilite la comprensión, desde fotos reales de los lugares o cosas que van a ir ocurriendo, dibujos o simplemente palabras simples que les ayude a procesar lo que va después. Te dejo gratis un descargable para que puedas utilizarlo para pegar fotos reales de lo que está pasando ahora y lo que va a pasar después. Es una forma de traer al lado izquierdo, racional del cerebro a una situación a la que nos estamos adaptando, dotarla de orden y sentido y bajar la emocionalidad que le puede causar la incertidumbre & la novedad.
Al recogerle, permite tiempo para la vuelta a la calma, no fuerces que te cuente qué tal el día inmediatamente. Dale tiempo mental y físico, yo no recomiendo ir a lugares nuevos o excitantes después de la escuela (no, no, al parque tampoco); estamos construyendo pasito a pasito herramientas de regulación emocional, queremos que tras un largo día de socialización y aprendizajes intensos, sean capaces de integrarlo todo en el cajón de sus mentes que toca. Por ello facilitar entornos seguros, conocidos y tranquilos después de volver de la escuela es mi primera opción para una vuelta a la calma autónoma y sin frustración o exceso de cansancio. Piensa en qué necesitarías tú tras un congreso de 300 personas donde se te abre un mundo de información que no habías escuchado jamás, donde tienes que estar muchísimas horas atendiendo y socializando con gente que no habla tu idioma. Estoy segura que a la vuelta no querrías ponerte a saltar en camas elásticas con otro set de personas nuevas, o igual sí, pero tú, por suerte, sabes cómo volver a la calma después de esa intensidad, pero tu peque no conoce esas herramientas, tenemos que facilitarle que las construya de cero.
Ofrece entonces, actividades o ratos de desconexión potenciados por actividades reguladoras a las que puedan acudir de forma independiente, con materiales pasivos como los que te enseño en este vídeo o como las que te dejo a continuación. Una propuesta sería crear un rincón seguro (sin cables, ni cosas de las que tengas que estar pendiente) con una estantería baja tipo Montessori, en esta metodología se preparan bandejas de diferentes áreas con todo lo necesario para que el pequeño realice una actividad de forma independiente, las actividades pueden ser tan sencillas como abrir diferentes monederos o meter avena en un tarro con una cuchara, pero lo verdaderamente importante es que estén adaptadas al nivel evolutivo, que no tengan acceso a más materiales que a los presentados en ese espacio y que esos materiales vayan rotando cada poquito tiempo para que sean novedosos y alimenten la curiosidad innata de los niños y niñas.
- Aquí te dejo mi propuesta personal; arcilla para trabajar con las manos y liberar tensión, un par de cuentos adaptados a edad, piezas sueltas de madera con las que construir minimundos y un puzzle o juego abierto para jugar independientemente o en compañía (a mi me encantan estos de la sección “calm games” de Londji, pero puedes elegir uno de madera si no está familiarizado con este tipo de cartón más delicado). Yo además siempre añado algún material suave, de algodón, cojín o manta, para favorecer ratos de descanso y bajada de revoluciones si es que sienten necesitarlo. Y por supuesto acompaño el espacio con la música que os contaba la semana pasada, mi especial favorita es la de Relax tras volver del cole.
Pero sobre todo, intenta encontrar paz en tu nueva realidad, realiza prácticas de autocuidado que te ayuden a la adaptación. Huye de empezar a mil revoluciones dejándote por el camino, sé consciente de los cambios que van a traer a vuestras vidas estas nuevas rutinas y experiencias y ajustad acorde. Te recomiendo mucho el proyecto de mi amiga Silvia, de Caressée, el autocuidado en la maternidad ha de ser primordial. Cuídate y piensa en ti, y permítete fluir.