Cuentos que nos acercan al mundo real.
Esta semana he descubierto estos cuentos y me apetecía compartirlos contigo, porque siempre recomiendo acercar a los pequeños y pequeñas al mundo real y a menudo eso significa hacer o buscar fotos e imprimirlas para que puedan manipularlas, pero es cierto que lo que imprimimos en casa no es tan duradero como un cuento de cartón encuadernado.
Dentro de la Pedagogía Montessori se anima a ofrecer imágenes reales en lugar de dibujos o ilustraciones, y creo que en esos primeros pasos, es algo que puede beneficiar mucho a dotar de sentido a un mundo que es completamente nuevo a sus ojos. Podemos manipular una y otra vez estas imágenes y experimentar con ellas todo el rato que queramos, aprendiendo a nuestro ritmo. A veces una sonrisa o un pajarito son demasiado efímeros para ellos y la solidez de una imagen en papel o cuento consolida este aprendizaje y permite, con el tiempo, ir haciéndose preguntas.
Buscando y buscando encontré la marca “No Word Books” esta semana, cogí tres cuentos y ¡me han encantado! Tanto por la calidad, la idea y versatilidad como por el precio, son 3.85 euros y un tamaño perfecto para pequeñas manos. Tienen otros más grandes que quiero probar, pero estos me parecen perfectos para la etapa de 0-3 años, tanto para casa como si eres maestra o maestro y quieres probar en el aula.
¿Qué les hace tan especiales?
No tienen palabras, únicamente fotografías reales de los fotógrafos que indican al pie de cada imagen.
Son temáticos y dividen cada tema en cuentos que abarcan cosas muy específicas. Desde oficios, estaciones, lugares, personas, emociones, rutinas, tipos de animales, fruta, arte, etc. Por eso podemos encontrar desde cuentos con animales del bosque, niños del mundo, el color verde o un cuento sobre bañarse con fotos del paso a paso.
Son muy ligeros y resistentes. Tienen unas 10 fotografías por cuento, por lo que el cuento es finito y fácil de manipular de forma independiente desde bien pequeños. Las páginas son de un cartón gruesito así que perfecto para primeras manipulaciones sin el miedo de que vayan a romperlo.
Nos ofrecen la posibilidad de llevarlos con nosotros donde sea, nos caben perfectos en el bolso o su propia mochila, y enseñarles el mundo real y la comparación con lo que vemos en cuentos.
Son de interpretación abierta, no tienen idioma. Si en la vida del peque conviven varios idiomas, este tipo de cuento puede ayudar a entender que un solo concepto tiene varios nombres, según el idioma en el que nos estemos comunicando.
Este es un post cortito, pero me apetecía compartir contigo este descubrimiento. De todas formas, siempre siempre tenemos la opción de imprimir en casa y hacerlo casero con cosas cercanas a nuestros niños y niñas, ayudándoles a traer lo abstracto de una imagen a la vida real. Un aprendizaje pequeñito que es el primer paso de aprendizajes mayores, pero no por ser pequeñito es menos importante.
Cuéntame si lo conocías o qué te ha parecido! Nos vemos pronto!