Estimulación temprana; espacios, materiales y primeras veces.
Hoy te cuento cómo preparo una sesión de estimulación temprana para bebés y pequeños extraordinarios en fases previas a la exploración de espacios de forma independiente; antes de andar, reptar o gatear.
Recién nacidos, pequeños y pequeñas con pluridiscapacidad, signos tempranos de TEA o TGD, deficiencias visuales y motoras parciales/ totales. También en prevención en bebés con desarrollo “normotípico” que aún no deambulan. Y seguro que muchos momentos más! Si llevas aquí un tiempo ya sabes que a mi me gusta más el término infancia extraordinaria. Preparo así este espacio como primera toma de contacto con la estimulación por muchos motivos, pero algunos no salen en fotos, quédate y te lo cuento.
Es cierto que como le presentemos el mundo al niño va a tener un gran impacto en cómo se relaciona con él. A mí me gusta mucho hablar de primeras veces, puede que hoy sea la primera vez que un bebé le dé con el pie a un objeto colgando de un móvil o que vea que se mueve gracias al aire que entra por la ventana, piensa en las millones de veces al día que vemos que algo se mueve o hacemos que algo se mueva, y esta es su primera vez.
No hace falta que reaccionemos ni felicitemos al pequeño porque aunque desde el amor, nuestra reacción puede hacer de obstáculo para que vuelva a ocurrir (me concentro- consigo algo- me hablan- pongo la atención en la voz y pierdo el hilo de lo que estaba haciendo), a mi me gusta estar en silencio, asegurándome que una serie de cosas que te cuento a continuación están pasando, para facilitar esas primeras veces y sus consecuentes repeticiones que harán que una experiencia aislada se consolide como aprendizaje.
El ambiente: yo soy una apasionada de los ambientes, de crear espacios que invitan, facilitan y a la vez silencian ruidos físicos y emocionales. Pensamos que los niños se acostumbran a ir en carrito rodeados de estímulos, ruidos, cambios de luz, de voces, de temperatura, pero muy a menudo, hasta que no eliges qué estímulos quieres que lleguen al niño, no está pudiendo llegar a ellos, porque hay una sobrecarga; es lo que ocurre muy a menudo en las ciudades. Yo no te sabría describir qué ocurre en una calle céntrica a mediodía con todo lujo de detalle pero sí te sabría describir un momento en silencio en el mar aunque no esté ahora mismo allí. Pensemos entonces en ese mismo concepto con nuestros pequeños, y aunque no podamos controlar todos los estímulos externos, sí podemos hacerlo dentro de casa, en sus rincones de estimulación. Y puedes empezar ya. Apaga la tele, la música e intenta minimizar ruidos la mayor parte del tiempo, trata el espacio como si estuvieras escribiendo un mail importante, no querrías ni a nadie diciéndote “muy bien!!” Cada dos frases ni tampoco ruidos, gritos, llamadas, videos sonando de fondo, etc. Igual de importante es la temperatura y la luz, ni mucha ni poca, ni frío ni calor, sólo dedica un segundo a pensar qué está pasando a tu alrededor y ajusta lo que puedas ajustar, sin agobiarse.
El niño o la niña: si ha comido, si ha tenido fiebre últimamente, si ha dormido bien, si ha ocurrido algo que le ha podido desestabilizar rutinas, si está pasando por algún cambio o proceso quirúrgico, si tiene el pañal limpio, si la ropa es suficientemente ligera, holgada y permite libertad de movimiento y pies y manos libres, todo influye.
Los materiales: verás que yo utilizo mucho el contraste entre blanco/negro/gris en este contexto y me gusta hacerlo entre otras cosas, para reducir el ruido también en cuanto a colores y estampados, y por supuesto por el contraste y facilidad de identificar esos colores desde edades muy tempranas. Utilizo madera, lana, algodón orgánico incluso alguna planta que puedan observar conforme van creciendo. Materiales acolchados, pelota Montessori, bolsitas con diferentes pesos, texturas y sonidos, espejos (tanto el de pared con barra como en cuentos, en pelotas grandes de espejo), incluyo cuentos sencillos sin texto, para manipulación y un cuento muy sencillo de dos palabras por página para contárselo y que escuche nuestra voz en un momento creado por y para la facil absorción de información y aprendizajes. Algunos materiales más dirigidos a la exploración del entorno como pelotas sueltas o una cesta de exploración sensorial con objetos muy variados.
Pero sin duda el rey de la estimulación para mi es el gimnasio con el móvil Montessori. Desde esta pedagogía se recomienda poner al bebé en una posición natural, muy en línea con las ideas de Emmi Pikler y su teoría del movimiento libre, y dejar que sea él quien desde el suelo elija a qué posición va a llegar después. Los móviles Montessori acompañan por fases al recién nacido y es la principal forma de estimulación del recién nacido. Aquí tenemos un móvil natural que he hecho de forma muy sencilla con fieltro en blanco y negro y una pelota de lana, materiales que se mueven con el aire y que son seguros de manipular. No suelo utilizar hamacas ni nada que restrinja el libre movimiento, por lo que una colchoneta o alfombra en el suelo es suficiente.
Si quieres poner esto en práctica en tu hogar, es muy sencillo, no necesitas tener todos estos materiales, lo más importante es sin duda tener en cuenta el punto 1 y 2, y en el 3 ponerse creativa! Mientras el material no sea tan estimulante que nos contamine el ambiente con sonidos o luces, adelante.
¿Conocías estos materiales e ideas? Si hay algo más que quisieras saber o comentar, no dudes en escribirme!
PD: hoy te subo un vídeo a instagram enseñando el espacio con detalle, si quieres ver más, pásate a verlo.